Germinar semillas de marihuana es el primer paso para un cultivo sano y próspero. Asegurar a las plantas un inicio sólido conlleva un desarrollo mejor, un sistema radicular más fuerte y unas plantas más resistentes a situaciones de estrés. Te explicamos los diferentes métodos para germinar semillas y los parámetros que hay que tener en cuenta para favorecer unas condiciones óptimas para tus semillas.
Todo lo que necesitas para germinar
Para germinar semillas de marihuana con éxito hay que cuidar los detalles del medio de cultivo y del ambiente donde colocarás las semillas. Para que el proceso sea fácil y productivo hay que tener en cuenta algunos principios fundamentales
- Selecciona unas semillas de calidad: empieza desde lo más básico, comprar semillas frescas y de calidad es el primer paso para lograr unas plantas sanas.
- Elige un buen sustrato: la tierra donde colocarás tus semillas tiene que ser de tipo ligero, con una gran capacidad de retención de la humedad y enriquecida con nutrientes para el desarrollo de la planta durante las primeras semanas.
- Controla la humedad y la temperatura: estos son dos factores fundamentales para que las semillas eclosionen. La humedad tendría que ser alrededor de un 70%-90%, mientras que la temperatura se recomienda que esté entre los 20º y los 25º.
- No exageres con la luz: durante el periodo de germinación no sobreexpongas las semillas a la luz, un lugar con luz indirecta es más aconsejable en este delicado momento.
- Proporciona una buena ventilación: para que las semillas germinen necesitan estar aire que además ayuda a evitar la formación de hongos.
Un medio de cultivo que ofrezca condiciones controladas como nuestras bandejas Monkey Klone, es otra posibilidad que puede ayudar a estimular la germinación de forma rápida y uniforme. Utilizando las bandejas te aseguras un medio de cultivo con la justa retención del agua, con una correcta aireación y con una aporte de nutrientes que favorecen el proceso de germinación.
¿Por qué elegir Monkey Klone?
Germinar semillas es un proceso delicado y que requiere atención al detalle. Por esto, un método que combine un medio de cultivo optimizado y fácil de usar puede marcar la diferencia y ayudarte a lograr los mejores resultados. Las bandejas Monkey Klone destacan como una de las mejores bandejas plug-in en el mercado. Cultivar con nuestras bandejas te ayudará a organizar tu zona de cultivo y brindarán un ambiente controlado para la germinación de las semillas, facilitando así todo el proceso.
Gracias a las bandejas de germinación tendrás un mayor control sobre algunos factores cruciales la humedad y el drenaje del sustrato. De esta manera las semillas se hidratan lo suficiente para crecer sin correr el riesgo de encharcamiento. Otro aspecto a tener en cuenta es la facilidad de trasplante de las plántulas. Los compartimentos individuales de las Monkey Klone evitan que las raíces se entrelacen, previniendo el estrés que suele surgir en el momento del trasplante.
Además, las bandejas de germinación son perfectas tanto para los cultivadores expertos como para los que están empezando. En el caso de cultivadores con más experiencia el uso de las bandejas ayuda a maximizar los resultados y permite cultivar un gran numero de semillas en un espacio reducido. Para los cultivadores principiantes emplear bandejas Monkey Klone es altamente aconsejable ya que ofrecen un ambiente de cultivo controlado y son muy sencillas de usar.
Otros métodos de germinación
Para germinar las semillas puedes recurrir a diferentes métodos y técnicas, naturalmente cada uno de ello tiene ventajas y desventajas. Te presentamos un listado con los métodos más empleado por los cultivadores de marihuana junto a una breve descripción de sus pro y contra.
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- Germinación en papel húmedo: consiste en dejar la semilla entre dos hojas de papel húmedo y ponerlas en un lugar oscuro. Se necesitas pocos recursos, pero hay que tener mucho cuidado a la hora de trasferir la semilla germinada en la tierra.
- Germinación en tierra: solo hace falta poner la semilla a unos centímetros de profundidad en tierra o en una maceta. Es un método sencillo, aunque hay que saber controlar muy bien la humedad y la temperatura del sustrato.
- Germinación en agua: se colocan las semillas en un vaso de agua a temperatura ambiente hasta que no aparezcan las primeras raíces. El riesgo es que las semillas se ahoguen y no germinen.
- Germinación en lana de roca: se coloca la semilla en pequeños cubos de lana de roca y se mantiene hidratada hasta que germine. Necesita fertilización desde el principio y su manejo puede resultar complicado para los cultivadores noveles.
- Germinación con Jiffy: se coloca la semilla en el centro y se cubre con un poco de tierra. Hay que tener cuidado que la tierra no se seque de manera que necesita un monitoreo constante.
- Germinación con esponja de germinación: aunque bastante fáciles de usar no contienen nutrientes necesita añadir nutrientes desde las primeras semanas.
Cada cultivador tiene sus prioridades y dependiendo de su experiencia puede resultar mejor un método u otro. A la hora de elegir la mejor solución hay que tener en cuenta algunos factores clave como las condiciones ambientales donde vamos a geminar, los recursos económicos y la experiencia del cultivador. Teniendo en cuenta estas variables podrás elegir el tipo de germinación más efectivo para ti.